miércoles, 5 de diciembre de 2007

CONDENAMOS LA CRUELDAD

Las imágenes son desgarradoras y las palabras pocas para describir la barbarie y trato inhumano a las que están sometidos los colombianos secuestrados por las FARC. Las pruebas de supervivencia incautadas por el Ejército Nacional, muestra la realidad de los que engañosamente en Europa y el mundo se hacen llamar “ejercito del pueblo”

El país enmudeció al ver el horror que viven los secuestrados de esta guerra absurda. La mirada triste de Ingrid Betancourt represento el grito desesperado de los colombianos que estamos cansados con este drama, represento, además, la crueldad y maltrato de la guerrilla de las FARC que cada día demuestran que no desean la paz de nuestro país. Esa mirada en el vació muestra la necesidad de unirnos con una sola consigna: Rechazar el secuestro y exigir la liberación incondicional de todos los colombianos secuestrados por las organizaciones de narcoterroristas.

Estas imágenes nos permiten llegar a una reflexión sobre el conflicto y el acuerdo humanitario. Pensar, hoy por hoy, que el acuerdo humanitario es una herramienta útil, de cara a iniciar un proceso de reconciliación y paz en nuestro país, es un gran error si queremos llegar a la tan anhelada paz.
La búsqueda de procesos claros y duraderos no puede ni debe sustentarse en decisiones, que por mas deseadas, son dañinas para el futuro. El acuerdo humanitario permite justificar las formas ilegales de lucha empeladas por la guerrilla y convierte al secuestro en un mecanismo de injerencia política que atenta contra la dignidad, vida y honra de las personas.
¿Por qué argumentamos la anterior afirmación? Por una sencilla razón y es, que si Colombia acepta en este momento el acuerdo humanitario permitiría perpetuar el conflicto y justificar el secuestro de colombianos inocentes como forma de lucha y presión política.

¿Qué pasaría en 1 año si aceptamos el acuerdo humanitario? el panorama seria claro: de aceptarse el acuerdo, los secuestrados estarían libres, pero el conflicto no acabaría. Al no terminarse nuestro conflicto, el Ejército seguirá cumpliendo su deber constitucional de combatir toda fuerza insurgente en el Estado colombiano, lo que significaría capturar y/o dar de baja a los terroristas. Si esto es así, los guerrilleros seguirán secuestrando, torturando, asesinando y atacando a la población civil, a sabiendas, que tendrán en los secuestrados, un factor de presión y negociación frente al gobierno, por lo que cada vez pedirán que se llegue a un acuerdo humanitario. Esta realidad será repetitiva y contínua hasta que en Colombia no podamos llegar a una solución definitiva que ponga punto final a la guerra que vivimos.

Queremos que todos los colombianos de bien regresen a sus casas, estén con sus familias y tengan una vida digna. Lo que no podemos aceptar es salidas de corto plazo que no busquen ponerle punto final al drama colombiano sino que alargue la agonía y justifique el secuestro como forma de presión política y social. “Es preferible unos años de agonía que toda una vida de dolor” por lo que el acuerdo humanitario sería una alternativa viable siempre y cuando supiéramos que el conflicto no seguirá, de lo contrario traería mas perjuicios que beneficios para el país.

De esta forma reiteramos nuestro rechazo a las atrocidades de las FARC, que nos hacen recordar el holocausto nazi. Rechazamos toda forma que degrade la vida, honra y dignidad humana. Rechazamos el trato inhumano y despiadado así como las condiciones deplorables en las que están nuestros compatriotas y rechazamos toda forma de secuestro como mecanismo de presión.

Por esta razón, hacemos un llamado a Colombia entera, a todas sus organizaciones civiles, estamentos gubernamentales, partidos y movimientos políticos y a todo el pueblo colombiano para que exijamos la liberación rotunda e incondicional de todos los secuestrados. Colombianos unidos gritémosle a los violentos y particularmente a las FARC, que no más. Que no vamos a permitir que esta infamia e ignominia continué.

Convocamos al pueblo colombiano al grito de…

…Si a la liberación rotunda e incondicional de todos los secuestrados. No al peligroso negocio del intercambio humanitario.